LA PRÁCTICA DE LOS CONSULTORIOS DE ATENCIÓN PRIMARIA DE HÁBITAT

Es una propuesta de ejercicio profesional que nace con la intención de responder al problema de hábitat de miles de familias que debido a sus magros salarios y sus escasos recursos sociales no logran mejorar por si mismas su situación cotidiana. Desarrollar esta propuesta en el marco de un proceso de formación es esencial y da respuesta a dos objetivos fundamentales:

1. Aportar a la formación de nuevas generaciones de arquitectos a través del desarrollo de procedimientos que colaboraren en la construcción de un proceso de creciente incorporación de las problemáticas sociales.

2. Ensayar instrumentos de intervención que puedan insertarse en las políticas públicas para alcanzar escalas mayores de intervención.
Desde su inicio, pensamos esta práctica integrada a una esfera mayor. Nos seducía la posibilidad de proyectar un “Sistema público de hábitat”, en el que arquitectos y urbanistas formaran parte de una estructura integrada en un proyecto nacional, con distintas escalas de trabajo, desde la vivienda individual hasta la escala regional. La importancia de la problemática requiere algo más que voluntad y viviendas. En ese camino, estudiando la estructura del sistema de salud y algunos materiales teóricos sobre el tema, comenzamos una investigación sobre las condiciones del hábitat saludable.

Esta práctica nos permitió y nos permite tener elementos para proyectar, tanto nuestra profesión como nuestra vida, hecho que redunda en la posibilidad de proyectar con otros. Una familia que recibe un proyecto del que fue parte sustantiva protagonista del proceso desarrollado para su prefiguración, encuentra en ello una herramienta de transformación de su cotidianeidad, de su hábitat.

La importancia de participar y construir un proyecto social que se recrea en cada proyecto de arquitectura que logramos poner a disposición de la comunidad resignifica nuestra profesión. 
Los profesionales que nos proyectamos en la transformación de la realidad alcanzamos en la práctica una creciente capacidad de comprometernos con otros. Con una perspectiva que entiende a la profesión como una herramienta política para proyectar una sociedad democrática, solidaria y comprometida con las generaciones pasadas y futuras.

 

PROYECTO HABITAR

Fotos: Miguel M. Caamaño

CONSULTORIOS DE ATENCIÓN PRIMARIA DE HÁBITAT COMO PRÁCTICA SOCIAL EDUCATIVA

La Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la UBA como tantas otras universidades públicas del país, estructura la formación de grado promoviendo una producción de arquitectura ajena a las características habitacionales que condicionan la vida diaria de millones de habitantes.

Mientras el déficit habitacional ronda los 3.5 millones de viviendas, las cátedras que tratan la problemática del hábitat popular y el derecho a la ciudad en la FADU se desarrollan en su gran mayoría por fuera de la currícula académica. Tal es el caso de la propuesta de Proyecto Habitar, que lleva 7 años ofreciendo un espacio de formación para los estudiantes reconocido formalmente como práctica de extensión.
En el marco de acreditación a la CONEAU, las carreras de grado de la FADU deben incorporar prácticas pre profesionales, hecho que significa una oportunidad para incluir las Prácticas Sociales Educativas como una de ellas. Esta instancia de debate puede significar un punto de partida en el reconocimiento de prácticas proyectuales que trabajen el problema de la vivienda y la desigualdad socio espacial, promovidas, sostenidas, y potenciadas por la universidad pública.
El llamado a concurso de programas pedagógicos y equipos docentes, la incorporación de las PSE a la currícula académica desde los primeros años, la disposición de recursos tales como cargos docentes rentados y espacios áulicos en el edificio, espacio en el cronograma de la cursada, son algunos modos de materialización en el reconocimiento institucional que entendemos necesario.
Pese a las condiciones de informalidad expuestas, el sábado 1 de abril, 70 estudiantes y 12 docentes, dimos inicio a una Práctica Social Educativa titulada “Consultorios de Atención Primaria de Hábitat” en el taller 202 de la FADU para trabajar 100 proyectos de transformación de la vivienda del Barrio Los Milagros junto con la comisión vecinal, explorando las posibilidades y limitantes de una política pública aplicada en un barrio del conurbano bonaerense.
Desde Proyecto Habitar buscamos promover la formación en vínculo con la sociedad, de manera que el estudiante desarrolle una práctica social educativa con una problemática específica, en un territorio desigual. Entendiendo que la desigualdad social y espacial en la que trabajamos es también, producto de los profesionales que formamos en nuestras universidades que mayoritariamente perfilan su práctica hacia los sectores económicos concentrados. El objetivo es formar sujetos con mirada crítica y objetiva de su momento histórico, conscientes y decisores de las acciones necesarias para alcanzar proyectos arquitectónicos y urbanos transformadores.

 

Proyecto Habitar

LA PRODUCCIÓN DE OBRA CON ORGANIZACIONES POPULARES

Hoy nos encontramos llevando a cabo la dirección técnica y coordinación de dos obras de terminación del Plan Federal de Vivienda , gestionado por cooperativas de trabajo a través de la lucha de las organizaciones sociales.

Se trata de un conjunto de 104 viviendas en Campana, y otro de 246 en Moreno, en ambos casos obras interrumpidas con un avance superior al 60%. El trabajo en estos conjuntos abandonados representa diversas dificultades particulares. Desde el punto de vista de su estado, se encontraban deterioradas y parcialmente vandalizadas debido al tiempo transcurrido desde su paralización, lo que implicó tareas de reparación y revisión general, además de complejizar la programación y el avance continuo de los ítems pendientes. Desde el punto de vista del planteo de ciudad que este tipo de proyectos urbanos desarrolla, se trata de viviendas de baja densidad ubicadas en la periferia de estas ciudades, favoreciendo urbanidades extensivas, comprobadamente ineficientes con las que hemos manifestado reiteradamente nuestro desacuerdo.

Asumimos este desafío técnico y urbano, valorando el trabajo generado desde la lucha de las organizaciones populares, y promoviendo la capacidad de gestión y organización de sus capacidades productivas. En ese camino, llevamos adelante las obras junto a los trabajadores de la economía popular; también promovemos y acompañamos las gestiones que estas organizaciones realizan en busca de proyectos de densificación de la habitación y mejoramiento habitacional urbano.

En síntesis, el trabajo en este contexto es una posibilidad para la organización de trabajadores y para Proyecto Habitar respecto de la intervención en el hábitat.

La producción de conjuntos habitacionales en Moreno y en Campana, es parte de las 85.000 viviendas sociales que están sin terminar en nuestro país.

Específicamente, nuestra tarea de coordinación y dirección, aporta a una planificación consciente y ajustada de estas obras; esto requiere necesariamente optimizar los recursos disponibles y los tiempos de ejecución.
Trabajamos para lograr una organización rigurosa del movimiento de los materiales y de la acción de las personas en el tiempo, incorporando las limitaciones o inconvenientes que puedan aparecer en el proceso. La tarea cotidiana nos exige ser creativos y precisos en el armado de estructuras flexibles de trabajo, contemplando todas las dimensiones (espaciales, técnicas, económicas, sociales, temporales) que hacen a la construcción e incorporando el rol de los trabajadores en este proceso. El equipo técnico prioriza modos de producción que propicien un trabajo de colaboración entre sus protagonistas, que se aleje de los modos individualistas de producción, y favorezcan la apropiación del sentido de la tarea emprendida.

En este contexto, el movimiento de recursos públicos, los esfuerzos de cada organización, de cada grupo de trabajo, de la organización territorial, el equipo técnico y de dirección reúnen una causa común: el empleo popular, la capacitación técnica y productiva, y la terminación de la construcción de las viviendas.

Proyecto Habitar

HACIA EL XXIII ENCUENTRO DE LA RED ULACAV

Los investigadores y docentes de Proyecto Habitar entendemos que es necesario visibilizar en el ámbito académico la cuestión del espacio arquitectónico y urbano de las viviendas y barrios populares, como cuestión relevante en la formación de los arquitectos. En el campo del saber disciplinar en general, y en el pedagógico en particular, se trata de comprender integralmente los procesos proyectuales, es decir, como parte configurada y configurante de los procesos históricos. El eje de nuestra posición es el sentido social y político de la arquitectura toda, no la constitución de una especificidad “social” o política para pobres.

El XXIII encuentro de la red ULACAV será un espacio propicio para avanzar en este debate. Este año se realizará en FADU-UBA y habrá una nueva oportunidad para precisar ideas y acciones con sentido transformador de las desigualdades en la ciudad y el aula. La Red ULACAV fue creada en el año 1994, como espacio de confluencia regional entre quienes trabajaban desde la docencia, la investigación y la extensión la problemática de vivienda social.

En una entrevista reciente, nos decía Rubén Sepúlveda, histórico miembro de la red: “Parte muy claramente como una postura de un grupo de amigos militantes, voluntariosos, cuyo objetivo central era ganar cierto espacio en las currículas fundamentalmente del área de la arquitectura, que siempre se pensó masivo.”. Esta incidencia, ha favorecido el aporte teórico, específico y permanente del trabajo de las cátedras de vivienda en relación con cuestiones centrales, debates conceptuales (autoconstrucción, vivienda social, producción de vivienda y producción social de hábitat) que han conformado un proceso de cambio y crecimiento constante.

Los conceptos y sus definiciones son parte de un debate político, relacionado con el propósito y los instrumentos con los que se persigue la transformación, o la conservación. En red ULACAV, compuesta por profesionales de diversas disciplinas, estos debates están abiertos, con el desafío de reconocer, en una problemática compleja, los aportes valiosos desde los recortes disciplinares.

La masividad y complejidad de la problemática del acceso desigual al hábitat, precisa de la revisión crítica de los contenidos, y los procedimientos pedagógicos de los arquitectos y arquitectas. La formación con valores de solidaridad, protagonismo e igualdad, continúa siendo un desafío de la red. Decía luego el arquitecto Sepúlveda: “en términos de la estrategia pedagógica, más que el fundamento teórico de la pedagogía, lo que importa es discutir los valores o los paradigmas con los cuales lo estamos abordando”. En la red no es en este sentido uniforme y determinada, sino un espacio de intercambio posible para el trabajo en la relación entre valores y estrategias pedagógicas.

Proyecto Habitar forma parte de la organización del encuentro este 2017. Valoramos la posibilidad de proponer un espacio abierto, masivo, donde puedan ponerse en relación la necesidad de estudiantes y docentes de re significar su profesión, activa y propositivamente, en relación con las problemáticas arquitectónicas y urbanas de manera integral.

 

Algunos textos de Proyecto Habitar en Encuentros ULACAV:
 
«Proyectar históricamente entre certezas y desconciertos.»  ver
«Procesos de enseñanza y aprendizaje del proyecto arquitectónico, vinculados a la realidad social de villas y asentamientos en el AMBA.»  ver

 

Proyecto Habitar

07- 03 | PH EN MARCHA

“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.” Rosa de Luxemburgo.
El 7 de marzo los trabajadores de Proyecto Habitar nos movilizamos hacia el Ministerio de Producción junto con los desocupados, los trabajadores asalariados y de la economía popular exigiendo mejores condiciones laborales para el conjunto de la población. La marcha significó una jornada de expresión social de un pueblo dispuesto a tomar la calle para alzar la voz en contra del ajuste económico, la desocupación, y el hambre creciente que se vive en los barrios populares. “Unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode”
PROYECTO HABITAR
Sobre el trabajo de Proyecto Habitar:
«Proyectos y Territorios 2017. Nuevos Desafíos»

06-03 | MAESTROS EN LUCHA POR LA EDUCACIÓN PÚBLICA

«Instrúyanse, porque tendremos necesidad de toda vuestra inteligencia. Agítense, porque tendremos necesidad de todo vuestro entusiasmo. Organícense, porque tendremos necesidad de toda vuestra fuerza». Antonio Gramsci

 

El lunes 6 de marzo desde Proyecto Habitar acompañamos los reclamos de los maestros nacionales, marchando junto a ellos. El salario digno para los trabajadores que llevan adelante la tarea de enseñar es indispensable para el desarrollo de políticas públicas de calidad y accesibles para el pueblo en su totalidad. La educación es un derecho que se sostiene en las aulas y en las calles. “La educación del pueblo no se vende, se defiende”

 

 

PROYECTOS Y TERRITORIOS 2017. NUEVOS TERRITORIOS

Comienza el 2017, estamos trabajando intensamente en diversos proyectos junto con distintas organizaciones territoriales en el AMBA. En algunos casos continuamos con procesos de años anteriores, y en muchos otros hemos iniciado desafíos nuevos. Abordamos entre otros: la integración a procesos de producción de obra de organizaciones populares, el proyecto y dirección de vivienda colectiva para organizaciones cooperativas, y la gestión del mejoramiento del hábitat popular.
En relación con la gestión de mejoramientos habitacionales desde movimientos territoriales, trabajamos en La Matanza y Moreno. En la zona de Ciudad Evita, en el barrio Un Techo para Todos en La Matanza, seguimos trabajando junto a la Fundación Concordia, organización que realiza su tarea en el barrio desde la toma, este año, en la gestión del mejoramiento de una primera serie de viviendas. El proyecto consiste en la consulta y el mejoramiento de viviendas. Se agruparan en series de veinte, en un contexto de apropiación y asociación entre los pobladores involucrados, en el que la producción de estas mejoras sea también un aporte al proceso de organización vecinal. En Moreno, por otra parte, desarrollamos los presupuestos y carpetas técnicas necesarias para acompañar el reclamo al gobierno actual por el mejoramiento de seis jardines maternales compuestos de dos pequeñas aulas. En caso de avanzar positivamente las gestiones, la obra, que será realizada por las cooperativas de la CTA, será coordinada por Proyecto Habitar.
Por otra parte, trabajamos en obras de viviendas de las organizaciones populares. En estos casos, se trata de la finalización de la construcción de conjuntos de viviendas, que se encontraban interrumpidas. En Campana es un conjunto de 104 viviendas, en un predio de 3,5 hectáreas, se agrupan tiras de dúplex de dos dormitorios. La obra, ubicada en la periferia del Municipio, se encontraba paralizada. En el caso de Moreno, el conjunto de aproximadamente mil doscientas viviendas, de las cuales setecientas viviendas se encuentran habitadas. Está conformado por diez manzanas, Las viviendas, agrupadas por pares, poseen un avance de obra dispar, promediando se ejecución al momento de su paralización. Proyecto Habitar participará del equipo que coordinará y dirigirá el completamiento de 282 viviendas. Estas obras se retoman como parte del trabajo reclamado para el sector de la economía popular que se organiza en la CTEP, con quien abordamos la ejecución de las obras sumándonos a los equipos técnicos de coordinación. Estos proyectos privilegian el fortalecimiento de la organización popular, de su capacidad de gestión y ejecución de obra, y fundamentalmente la generación de empleo en un contexto de crisis que acentúa la vulnerabilidad de los sectores populares.
 
El tercer lineamiento de trabajo de este año, es el vinculado a las organizaciones de trabajadores formales, y sus emprendimientos relacionados con el hábitat público. En ese sentido, abordamos el desafío de diseñar y dirigir dos obras de vivienda colectiva para COOPTEBA. Se trata de edificios ubicados en lotes entre medianeras, de unas veinte viviendas, que se encuentran localizados en sectores urbanos consolidados de San Martín y 3 de febrero. Este tipo de emprendimientos, organizados también colectivamente, se financian con el aporte sostenido de sus trabajadores, administrados por las cooperativas de este sindicato de docentes de la provincia de Buenos Aires.
 
El contexto es complejo, en la región avanza la consolidación de la desigualdad y la injusticia social y espacial. Sin embargo, el aprendizaje histórico enseña que en la lucha de clases, ni las victorias ni las derrotas son absolutas o definitivas. Proyecto Habitar trabaja en el ámbito de la arquitectura pública, vinculada a organizaciones territoriales y/o a políticas estatales. En este momento, nos encontramos con los desafíos vinculados a la hora, y también con desafíos propios de nuestro proceso de trabajo.
 
Como decíamos a fin de 2016 “la complejidad del momento también demanda crecer en creatividad, militancia, compromiso, para hacer crecer nuestras ideas, y nuestras acciones, y potenciar y hacer crecer también el aporte social de nuestro tarea, que favorezca la transformación de la desigualdad territorial, mejorando las condiciones habitacionales y también las condiciones de la organización popular en los territorios en los que trabajamos.
 
PROYECTO HABITAR, enero de 2017.
 
 
 
 

CRÓNICA DE UN VIAJE A MISIONES

Aprovechamos el descanso de las vísperas de las fiestas de fin de año y partimos junto a nuestros hijos a la provincia de Misiones para conocer y admirar el profuso patrimonio natural y arquitectónico que tiene esta hermosa provincia. El destino prometido para los niños eran las Cataratas del Iguazú y una travesía náutica. No obstante, pudimos visitar algunas obras de arquitectura muy valiosas que queremos compartir con los compañeros y amigos de Proyecto Habitar.
Tierra roja de originarios y misioneros
De a poco fuimos conociendo un poco más de un territorio rico también en su historia. La presencia de algunos pueblos originarios data, según los primeras reconstrucciones disponibles, de hace más de 10000 años. Lo que hoy es la provincia de Misiones fue, a partir del siglo XVII, un territorio fértil para el establecimiento de las misiones jesuíticas, parte de las políticas de la conquista, que han dejado huellas importantes como las Ruinas de San Ignacio.
En la republica naciente y reciente, hacia 1832 Misiones integraba la Provincia de Corrientes. A fines de 1881, a través de la Ley 1149, el Congreso de la Nación Argentina fijó los límites de la Provincia de Corrientes y determinó que el Poder Ejecutivo propondría «al Congreso la organización, administración y gobierno que considere conveniente para 1a parte del territorio de Misiones que quede fuera de los límites de la Provincia».
En 1919 se presentó el primer proyecto de provincialización, de más de 40, que abrieron un largo proceso que finalizó con la aprobación de esta iniciativa en 1953. El complejo recorrido histórico en general, así como el debate sobre las ventajas, desventajas e intereses encontrados durante el largo proceso de provincialización son ricos e interesantes, y al mismo tiempo, excede las posibilidades de este escrito. El hecho que nos sorprendió y nos invitó a escribir estas líneas, es el conjunto de proyectos y obras de arquitectura que formaron parte de las políticas territoriales de provincialización que siguieron esta decisión política e institucional. [1]
Arquitectura y política territorial.
Diversos autores han estudiado de qué manera esta coyuntura política intensamente desarrollada a partir de mediados de la década de 1950, en la que el Territorio Nacional de Misiones adquiere el status de provincia, implicó una nueva demanda social de la provincia también a nivel arquitectónico. En términos históricos, ese momento es contemporáneo a la existencia de influencias de diverso tipo en la región de lo que se denomina genéricamente como Movimiento Moderno. Se lanzaron entonces una serie de concursos de arquitectura, para la distribución en la nueva provincia de diversos edificios de relevancia institucional y simbólica.[2]
Las obras de arquitectura que visitamos son parte de este conjunto de las obras encomendadas por los provincialistas a los arquitectos que por esos años aportaron su tarea que persiguió la consolidación de la identidad de la naciente provincia. Entre ellos, del estudio de los arquitectos Mario Soto, Raúl Rivarola, visitamos el Hotel del Instituto de Previsión Social de la provincia, la Escuela Normal N° 1 y Hostería de Apóstoles.
Comenzamos por el edificio que fuera originalmente el Hotel del Instituto de Previsión Social, ubicado en el centro de la ciudad de Posadas; resultado de un concurso de arquitectura llamado en el año 1959. Sabíamos por referencias periodísticas que había sido modificado para que pueda funcionar de manera concesionada el Hotel Urbano, Posadas. No nos quedaba claro cuál sería el estado en que lo encontraríamos, ya que los reclamos de los arquitectos de la región y la comunidad en general se enfrentaban a la demolición parcial o total del mismo.
Al acercarnos al lugar fue grato reconocer el edificio; los parasoles de hormigón, la continuidad de su fachada respecto del edificio de correo, el tratamiento de los espacios de relación entre lo interior y lo exterior. Más cuando doblábamos la esquina nos encontramos que la rampa y el jardín tropical que invadía los intersticios entre los volúmenes ya no estaban. En su lugar un volumen de vidrio y hormigón alternando en cintas horizontales completaba el espacio que hubiera entre el volumen de habitaciones y la medianera. Del mismo modo, la espacialidad interior del proyecto original ha sido afectada por el completamiento de los vacíos y el agregado de ornamentos completamente disonantes en relación con la propuesta espacial y tecnológica primera de la obra, perdiendo en el proceso las calidades de relaciones entre espacios públicos, colectivos y de circulación que enriquecían la percepción del viajante.
Luego visitamos la primera escuela de formación de maestros que tuvo Misiones. Se trata de la escuela Normal N°1 de la ciudad de Alem[3]. Esta obra fue realizada por encargo directo del Gobierno de la Provincia de Misiones en 1957. Al llegar no fue para nada difícil reconocer detrás de algunos volúmenes agregados la impactante nave de hormigón de 2.870 m2.
Lo primeros que hicimos fue admirar la belleza de los colorados muros de ladrillos de las tapas, su relación con la cubierta de hormigón, la gárgola de la cisterna, los bajos muros exteriores, que organizan los espacios de encuentro al aire libre. Mientras tanto esperábamos que las gestiones de la familia Ríos -vecinos interesados y solidarios que colaboraron con nuestra visita- tuvieran éxito y pudiéramos ingresar a la escuela.
Finalmente llegó Laura, regente de la escuela y nos acompañó en nuestro recorrido por el interior del predio. Al atravesar los parasoles que sirven de transición entre lo interior y exterior nos encontramos con la presencia elocuente de los volúmenes del edificio, rápidamente apreciables en el interior del espacio total que determina la gran cubierta. Se podían distinguir con certeza las aulas, la administración, los servicios y la sala de música. La forma y disposición diferenciaba unos de otros. En relación con la delimitación del patio y las circulaciones, pudimos observar que los desniveles del suelo y las dimensiones de las columnas de la cubierta oficiaban de organizadores del espacio. La altura de la cubierta de hormigón es una gran sombrilla que hace permeable el afuera en el interior y viceversa.
El recreo no es un lugar distinto de las aulas, el espacio se percibe mensurable a pesar de sus dimensiones, la posibilidad de referirse a cada uno de manera relacional, “detrás de”, “debajo de” colabora con la posibilidad de comprenderlo.
Más tarde, partimos hacia la ciudad de Apóstoles, con el propósito de conocer algunas de las propuestas para la promoción turística de este período. Estas obras fueron proyectadas a partir del llamado a concurso de anteproyectos que se hiciera en 1957, promovido por el gobierno provincial de Misiones. Soto y Rivarola ganaron uno de los concursos, que preveía la construcción de seis hosterías en distintos puntos de la provincia. La hostería de Apóstoles, que estábamos a punto de conocer, es una de ellas. Fue así que nos salimos de la ruta 14 unos kilómetros para visitarla.
Allí nos encontramos con un conjunto de volúmenes vinculados a través de un sistema de patios y galerías que nos fueron estimulando a partir de los desniveles, de las pregnantes sombras y de los recortes del paisaje, a bajar la aceleración y predisponernos a la escucha y a la observación. Esta discurrir en el espacio encuentra, al final del recorrido, un gran salón de encuentro que funciona como comedor del conjunto.
Detrás de las galerías y los volúmenes de hospedaje un claro en el predio nos permitió descubrir el enorme espejo de agua que hoy utilizan no solo quienes se hospedan sino también los socios del sindicato de Luz y Fuerza.
Por último visitamos el Hotel de Eldorado, del Automóvil Club Argentino y nos alojamos allí unos días. Hospedarnos allí nos permitió experimentar las distintas calidades que ofrece el espacio arquitectónico.
Implantada sobre suelo rocoso en un alto de la ciudad el área de recepción y estar ofrece una vista panorámica del entorno. Este espacio caracterizado por su intensa sombra en contraposición con el espacio exterior; estaba conformado por 6 paraguas invertidos, cuya altura duplicaba las galerías que nos recibían en el ingreso. Cada paraguas se sostenía en una columna central, compuesta por cuatro puntales de madera de 4 pulgadas por 4 pulgadas separados de tal modo que permitían reconstruir un cuadrado de 1m de lado. Al ganar altura las columnas se van inclinando hacia afuera generando un cuadrado mayor. Esta estructura continua atravesando el cielo raso enfatizando un techo a cuatro aguas que se recorta en los extremos de las columnas; el mismo, un metro más alto que el resto del techo del paraguas permite la circulación del aire caliente que se encuentra entre el cielo raso de madera y la cubierta. Desde el interior se percibe una superficie plegada de madera con puntos altos y bajos donde convergen los planos del cielorraso.
Las galerías para llegar a las habitaciones se combinan con patios con abundante vegetación de enormes hojas y muros de piedra, que salvan desniveles y adelantan los cambios de dirección en el recorrido. Por último, la pileta, de generosas dimensiones, se ubica entre el salón y la voluptuosa vegetación recuperando también desde allí la perspectiva panorámica de la ciudad.
Al investigar un poco más sobre los requerimientos desarrollados por los promotores de estos concursos para la realización de estos espacios de hospedajes descubrimos una gran concordancia con los requerimientos propuestos. La conformación de espacios abiertos, vistas al paisaje, desarrollo de zonas comunes y uso de tecnologías locales fueran variables observadas en ambas hosterías.
Reflexiones finales.
Durante nuestro recorrido pudimos conocer, además de las cataratas y las obras de arquitectura de la modernidad local, el territorio misionero de la zona de El Soberbio, ciudad próxima a los Saltos del Moconá, en la zona de frontera con Brasil que delimita el río Uruguay. Esta también fue una experiencia enriquecedora y complementaria, en el sentido de lograr esta aproximación al patrimonio natural y arquitectónico que nos propusimos para este viaje. Los misioneros que conocimos allí, nos hospedaron y recibieron con una predisposición inmejorable para darnos a conocer los paisajes y también para contarnos la manera en la que trascurre su vida cotidiana. En muchas zonas aún no hay señal de telefonía y mucho menos internet. La radio y televisión brasileña son los medios predominantes, es así que la proximidad del país vecino, se integra de una manera muy particular desde la primera infancia. Este fenómeno ha sido estudiado, más del 25% de los niños de este tipo de zonas tienen el portugués como lengua primera.
La producción en las chacras de la zona muchas veces está en el límite de la autosuficiencia. La selva pródiga que cobijaba los pueblos originarios guaraníes hace varios siglos, hoy sigue dando frutas, verduras y animales, con una diversidad y calidad muy particulares. El té, el tabaco y la yerba aparecen como los cultivos principales. La tierra roja, que embellece el paisaje, al alejarse de las ciudades y pueblos da color a caminos a veces difíciles de recorrer. Las rutas empeoran, los caminos se van haciendo transitables solo para los bueyes que tiran los carros, medio que aún resulta una herramienta de trabajo vital para muchos. Simultáneamente, esta situación convive con políticas públicas de fomento de la piscicultura, que desde la provincia agrega un recurso a los pobladores y diversifica su producción, en muchos casos también cooperativa. Las viviendas de estos pobladores se autoproduce, en la mayoría de los casos a partir de la madera que es posible extraer y transformar en el mismo campo que se situará la casa.
El viaje termina y aporta nuevas dimensiones al conocimiento de la manera en que la arquitectura es producida en el territorio. Hemos podido observar la impronta del aporte arquitectónico, urbano y regional. Esto refuerza nuestro interés por aportar desde esta disciplina a la equidad social y espacial.
Comenzar a conocer Misiones, algo de sus paisajes, sus ciudades, su producción y su gente resultó una experiencia altamente satisfactoria. Nos aportó mucho transitar esta serie de espacios de encuentro, de esparcimiento, de estudio, de carácter institucional. Estratégicamente dispuestos en el territorio en vínculo directo con la acción estatal intencionada. De igual manera, ha sido vital conocer el hábitat que resulta de la autoproducción, consecuencia del estado que omite la existencia de los trabajadores fronterizos. Esta realidad, de la carencia y de la espacialidad, agranda nuestra conciencia del valor de nuestro trabajo, necesario en una patria grande que requiere de transformaciones urgentes. Nuestro territorio reconoce en su historia el potencial de los espacios transformados, con el innegable aporte realizado por arquitectos que integraron el programa social a su práctica, proponiendo espacios colectivos integrados productiva y culturalmente de un modo que aún podemos conocer los viajantes curiosos.
01.2017 | Eugenia Jaime y Julian Salvarredy, en Proyecto Habitar
[1] Este proceso ha sido profusamente estudiado por el equipo de Graciela de Kuna, quienes colaboraron generosamente con nosotros para la planificación de nuestro recorrido y el conocimiento del proceso histórico y sus acontecimientos relevantes.
[2] Esta relación es estudiada por ejemplo por Stasuck y Vrubel, (2015) y otros, parte del equipo antes mencionado.
[3] De esta obra y de otras del Arq. Mario Soto ,puede encontrarse material en el sitio
Fotografías: Eugenia Jaime, Julián Salvarredy.

SOBRES LXS ARQUITECTXS Y NUESTRAS ORGANIZACIONES

La mayoría de los arquitectos y arquitectas argentinas no somos titulares de un estudio profesional. Este escrito debe comenzar marcando una realidad tan obvia como insoslayable. Porque es a partir de esta cuestión, que se ven interrogados los colegios, consejos y asociaciones profesionales. ¿A quién representan entonces? ¿A cuántos de la totalidad de profesionales? ¿A los matriculados? ¿A los matriculados con matricula activa? ¿A los graduados de arquitectura?

Las tareas profesionales que realizamos los arquitectos incluyen otra diversa gama de actividades: los profesionales que son empleados –formales o no- de los estudios de arquitectura; los arquitectos que trabajan en las oficinas estatales en todo el país; a aquellos que trabajan como empleados para empresas constructoras; a quienes suman su labor en las cadenas de venta de materiales o insumos de la cadena de producción de ciudad; a los que desde distintos ámbitos aportan a la producción social del hábitat aceptando trabajos que oscilan entre lo mal pago y lo voluntario; a quienes investigan y aportan ideas para una realidad que demanda propuestas viables y necesarias; entre otros muchos. Sumemos con vocación integradora a todo lo que queda por fuera del modelo de profesional típico, y veremos que claramente se trata de la mayoría.

 

Los perfiles profesionales se diversifican y complejizan. Los ejemplos que se postulan en el párrafo anterior no se contraponen, sino que muchas veces el mismo profesional se dedica a varias actividades distintas. En este contexto, las organizaciones que nos agrupan y tienen vocación de representarnos deberían atender de manera prioritaria a quienes se encuentran más débiles en la negociación que determina sus condiciones de trabajo.

La determinación de este profesional típico en las entidades resulta significativa en relación a su voz pública, a su papel como entidad reconocida como actor político en el problema urbano. Por las características de la producción de ciudad, los grandes estudios, las grandes empresas y los gestores de los organismos estatales,  interactúan diariamente en los grandes emprendimientos, desarrollos y regulaciones urbanas.  En el caso de la ciudad, las identidades en ocasiones resultan difusas. A medida que los intereses de los grandes desarrolladores inmobiliarios, los viabilizadores de estos emprendimientos desde la gestión pública, y la voz de las entidades de arquitectos se acercan, la voz de las entidades se aleja de la representación de miles de arquitectos que no participan de este circuito de grandes obras y decisores de la gestión local.

Párrafo aparte merece la observación de las condiciones de trabajo de los arquitectos. La precariedad de los contratos de trabajo, que en muchas veces ni siquiera existen. El trabajo formal o informal que no reconoce en su retribución horarios extendidos o fines de semana. La tendencia al trabajo free lance de servicios de documentación e imágenes que deja a los profesionales la responsabilidad de aceptar las condiciones de auto explotación. La dificultad para acceder a condiciones mínimas de seguridad social,  la situación previsional y la cobertura médica de las familias de los arquitectos y arquitectas esta librada a las posibilidades de cada profesional. Supuestos profesionales liberales resultan trabajadores precarizados de un engranaje que los excede.

El consejo profesional de arquitectura y urbanismo, organismo creado para regular la práctica profesional, está en estos días sumergido en un nuevo proceso electoral. El cuadro de situación de las asociaciones profesionales parte de un principio errado: la interpretación poco feliz que vincula directamente la profesionalidad, excelencia y responsabilidad en la tarea a su comprensión en el marco del ejercicio liberal.  Se ha interpretado históricamente que esta regulación e interés principal, sucede entre profesionales liberales,  así se espera su ejercicio, su desarrollo, su competencia en términos de mercado. Las entidades profesionales han estructurado este rol regulador orientándose por el mismo perfil hegemónico que nuestros centros de formación: el profesional propietario y diseñador en jefe de su estudio.  Un arquitecto genérico que de manera acrítica se encuentra preparado para atender cualquier encomienda y hacerlo de manera eficiente.

Es justo decir también, que en los últimos años, tanto dentro de los colegios y asociaciones como en las facultades, han ganado espacio, aunque minoritario, expresiones diversas y nuevos enfoques. Estas transformaciones están vinculadas al proceso político del contexto argentino sucedido a partir del 2001, en la que el estado de movilización creciente dio lugar a revisiones críticas en la totalidad de las instituciones. Han surgido valiosas experiencias y propuestas de trabajo,  entre otras las que analizan los problemas urbanos  e incorporan la problemática de la pobreza como por ejemplo el Instituto del Hábitat Urbano del CPAU. Existen también por fuera del ámbito colegiado experiencias relevantes e interesantes en curso, como los casos de los arquitectos explotados de España -luego Sindicato de Arquitectos-  o los Encuentros Nacionales e incluso Latinoamericanos de Arquitectura Comunitaria, que han tratado colectivamente la problemática laboral y social.

Las organizaciones profesionales tienen el enorme desafío de integrar la variedad de situaciones que se desarrollan por fuera de lo previsto en el perfil de estudio tradicional.

Finalmente, los primeros demandados por esta situación de crisis de representación somos los arquitectos, redefinidos en su situación real, una mayoría  que desarrolla su tarea sumergida en la debilidad individual. Lo que define sus posibilidades y límites en la negociación para defender sus intereses como trabajadores. Este horizonte requiere de nuevos planteos, preguntas y acciones, pensando también las estrategias de construcción de estas respuestas, capaces de transformar las estructuras existentes o generar nuevas, en un proceso que excede lo eleccionario y demanda de la creatividad y protagonismo de todos.

Julián Salvarredy, en Proyecto Habitar

(Nota publicada en Clarin Arquitectura 07.10.14) ver

Parte III | Crónica de un viaje a La Habana, Cuba (2013)

 

Día 8

Pinar de Rio. Patrimonio, políticas públicas y participación.

El octavo día de nuestro viaje fue intenso, y sumamente rico en experiencias. Era el día de cumpleaños de nuestra anfitriona. La Dr. Dania González es oriunda de Pinar de Rio, y había incluido en nuestro cronograma pasar su cumpleaños con ella allí. Nuestra lectura desde aquí, fue que se trataría de una jornada de festejo, sin embargo cuando llegamos supimos que no que los festejos eran un pequeño porcentaje de la ajetreada agenda que Dania nos había preparado. El programa incluía una reunión de intercambio junto a los Arquitectos de la Comunidad de Pinar de Rio, refrigerio, visitas a obras públicas de vivienda del gobierno local junto al presidente del Instituto de Vivienda, almuerzo con boñato, cangrejos, jamón y pollo, un recorrido por Viñales y sus mogotes, una villa pintoresca patrimonio de la humanidad, todo esto saliendo de la Habana a las 7, recorriendo las dos horas de autopista, para retornar por la tarde del mismo día. Así descubrimos, que compartimos con Dania la pasión por nuestro trabajo, entendido como el cauce de nuestro aporte a la transformación de la realidad; ella que resignaba una jornada relajada de cumpleaños para acompañarnos en la travesía.

 

Recorrido a Pinar de Rio

Recorrido a Pinar de Río

 

Salimos entonces temprano por la mañana. Nos pasó a buscar una de las dos combis de la que dispone el Ministerio de la Construcción de Cuba (MICONS), dispusimos de este privilegio producto de gestiones múltiples que comenzaron allá por Marzo. Nos acompañó una experimentada funcionaria del MICONS, Dania, el Arq. Walter López, y Guille, el joven Ingeniero hijo de Dania. El viaje se hizo breve gracias a los hermosos paisajes serranos y a la agradable conversación en la que nos iban poniendo al día sobre la realidad habitacional Pinareña.

 

Cartel de la sede de ArqCom

Cartel de la sede de ArqCom

 

Nos esperaban en la sede de ArqCom Pinar de Rio, con la hospitalidad y generosidad característica de este pueblo. Nos reunimos en su sede, y comenzaron las presentaciones. En esta ocasión, Dania nos presentó (a la Arq. Eugenia Jaime y a quien escribe) como miembros de ArqCom Bs As, interesados en la extendida experiencia de Arquitectos de la Comunidad de Cuba.  El arquitecto López Borbón, por su parte, oficiaba como especialista en trabajo participativo en el Hábitat Popular, autodefinido “arquitecto descalzo” desde nuestro punto de vista, era un arquitecto de la comunidad desde hace tiempo.

Se presentaron formalmente los ArqCom de allí, en las palabras de sus representantes formales, y comenzaron las dos exposiciones, que alcanzarían para dar pie a un intenso debate. En primer lugar, luego de distribuir a todos los asistentes un pequeño resumen escrito de una carilla de su método de trabajo, y comentarnos la esencia participativa de su tarea, expusieron el caso de una familia, y el proceso de diseño y materialización de una reforma y ampliación.

 

El método que utilizan es el que desarrollara el Arq. Livingston en su libro en la década del 90, que tomara y extendiera como política pública junto a la Arq. Selma Díaz. Allí realizamos algunas aclaraciones que eran necesarias para abrir un debate que se apoye en los puntos de acuerdo común, y en el conocimiento mutuo de las posiciones de cada uno respecto del problema. En primer término, nosotros no formábamos –desgraciadamente- parte de una política pública, sino de una organización gremial que incluía en su interior grupos que utilizaban métodos diversos en contextos diversos. En segundo término, desde Proyecto Habitar, hemos hecho foco ya hace tiempo en el trabajo colectivo, orientado a su implementación local como política pública generalizada, tal como existe el sistema de salud (a diferencia del método del Arq. Livingston desarrollado en Argentina para casos unifamiliares, casi exclusivamente en el ejercicio liberal de la profesión). Entonces nuestro trabajo en los Consultorios de Atención Primaria de Hábitat se realiza en talleres, junto a organizaciones sociales, barriales o vecinales, apoyándonos en conceptos propios de la psicología social como el grupo operativo o la adaptación activa. El arquitecto colombiano relato también algunas experiencias de trabajo colectivo, entendiendo esta tarea como un medio para la organización comunitaria y la transformación social.

Por ultimo también aclaramos que teníamos un debate abierto, una diferencia publica con el Arquitecto Livingston, quien considera que Arquitectos de la Comunidad solo se pueden hacer llamar aquellos que se han formado con él, con su método, mientras que nuestra posición ha sido siempre incluir en este concepto a todos los arquitectos y arquitectas que trabajan en el hábitat popular, aportando a la producción social del hábitat, con los diferentes métodos que cada contexto y cada proceso territorial demanda o permite, entendiendo que el que creara el arquitecto Livingston junto con la arquitecta cubana Selma Díaz son una base metodológica de gran utilidad. Este debate ha sido explícito y público, y hacia el comienzo del 2º encuentro nos hizo saber que la diferencia también tenía un aspecto vinculado a la propiedad intelectual del nombre «arquitectos de la comunidad», hecho que prohibía el uso de esa «marca» sin su consentimiento en la Argentina. Así fue que en Septiembre de 2012, luego de la asamblea de cierre del segundo ELAC, pasadas varias horas de debate, con la participación de cientos de arquitectos y estudiantes de Buenos Aires y La Plata, se resolviera cambiar el nombre del Tercer ELAC de Caracas a “Encuentro Latinoamericano de Arquitectura Comunitaria”, término posee la virtud de ser un concepto inclusivo, no asociado a ningún método en particular.

 

El segundo ejemplo expuesto durante aquella mañana por los ArqCom de Pinar de Rio, fue tan sustancioso como provocador, e inicio un debate que no cesaría hasta el almuerzo.  Se trataba de la restauración y pintura de los frentes de una cuadra céntrica de Pinar de Rio. El caso que nos presentaban era un convenio de articulación entre el Instituto de Vivienda, dependiente del Ministerio de la Construcción, y los Arquitectos de la Comunidad de Pinar de Rio. El Instituto posee los medios y la competencia para pintar esos frentes, y ArqCom le correspondería realizar el trabajo de determinación de los colores. Nos mostraron el estudio minucioso de los estilos y épocas de cada construcción, el relevamiento técnico de los frentes y su levantamiento digital (tanto en CAD como en imagen). Nos explicaron inclusive que habían informado a los frentistas que debían pintar del mismo color cuando la propiedad era de varias familias si se trataba de un solo edificio, para respetar estas determinantes de estilo original, por ejemplo un edificio de 12 metros de frente, con tres puertas diferentes a tres viviendas. Se trataba de un trabajo que incorporaba varios aspectos de innovación respecto a la práctica habitual. Según nos explicaba ron después lo que sucede en la mayoría de los casos es que no hay recursos para pintar (ni públicos ni privados) o, cuando aparecen los recursos públicos, la pintura de los frentes se determina según el color que el pintor municipal de turno resolvía o era el único que disponía en ese momento.

 

Reunion y polemica en ArqCom Pinar de Rio

Reunión y polémica en ArqCom Pinar de Rio

 

Pero allí comenzaron una serie de preguntas de los invitados, que, quizas con algo de imprudencia,  comenzamos a realizar ¿Cómo habían participado los pobladores de esa cuadra de ese proceso? ¿Qué aspectos del método participativo que contaron como estructural de ArqCom se aplicaba en estos casos? ¿Cuál era la relación de estos procesos colectivos con los múltiples estamentos de organización comunitaria que Cuba posee instalados hace años? (Colectivos de trabajo, Comités de Defensa de la Revolución (CDR), Partido). Nos fuimos enterando que los vecinos habían sido informados, que el método de Livingston solo se aplicaba al diseño de reformas unifamiliares (tal cual es su objeto original) y no habían desarrollado ninguna alternativa para encargos colectivos o de otro programa, que no se articulaba con organizaciones sociales existentes por falta de tiempo, cuestiones que sirvieron para hacer algo movida la mañana, y más que interesante el debate, que mostraba rápidamente que todas los procesos territoriales son complejos, todas las políticas mejorables y cuan nutritivo se vuelve un debate cuando el espíritu del colectivo es crítico, autocritico y constructivo.

En medio del debate, una especialista Cuba explico una diferencia sustancial entre los roles que socialmente, históricamente, habían llevado adelante los Arquitectos de la Comunidad de Cuba, y el colectivo de ArqCom de Buenos Aires. Dijo “compañeros, tenemos que entender que ellos, allá, en un país capitalista, realizan el trabajo comunitario y participativo, casi como una forma de lucha contra el capital, mientras que aquí en Cuba, Arquitectos de la Comunidad es lo más parecido que tenemos al ejercicio liberal de la profesión. Ellos quieren diseñar y construir para los que no tienen recursos, que no pueden resolver su situación sino con la asistencia del Estado. Mientras que aquí diseñamos y construimos para los que, teniendo recursos, no podían hacerlo por los impedimentos formales o legales que existían desde el Estado.”

 

Nos comentaron finalmente, que Arquitectos de la Comunidad de Cuba, programa estatal que hoy cuenta con oficinas en los 168 municipios del pais, esta siendo atravesado por el conjunto de reformas que suceden en la Isla desde el ultimo congreso del PCC. En lineas generales estas medidas tienden a la descentralizacion del aparato productivo estatal, acompañado por la incorporacion de algunas formas de cuentapropismo y primeras aproximaciones al cooperativismo. En este caso, de ser un organismo estatal presupuestado (cuyo salarios son garantizados por el Estado, mas alla de su produccion) Arquitectos de la Comunidad de Cuba pasar a funcionar como empresa estatal, lo que implica que entre sus objetivos incorporara el autosostenimiento. Por el momento no es posible conocer las implicancias de este cambio de matriz en la organización, tipo de tareas y metodos de trabajo de este equipo.

Luego de la reunion, nos invitaron a comer a Viñales, hermosa ciudad cercana a Pinar de Rio, patrimonio de la humanidad. El viaje hasta alli y almuerzo complemento con amabilidad las rispideces de la polemica matutina, luego de la entrada y el primer plato, las pequeñas magulladuras de la polemica estaban saldadas, y la hospitalidad permantente de los cubanos seguia dominando la escena. Nos comentaron el doble efecto de esta categoria patrimonial. Desde el punto de vista economico implica potenciar la visita permantente de turistas y el movimiento asociado a ellos..  Desde el punto de vista del problema habitacional local, impide las reformas  y ampliaciones de las viviendas que no respeten las caracteristicas del perfil historico, determinadas estrictamente desde un punto de vista formal-estetico comprendido desde estos parametros internacionales. Por ejemplo, no superar alturas de dos pisos, o estar obligados a techar con tejas.

 

Volviendo del Almuerzo

Volviendo del Almuerzo

 

En un pais como Cuba, bloqueado en su economia internacional, y muy limitado en su producion local, este tipo de restricciones resultan en prohibiciones absurdas, que obligan a las familias que crecen a ejecutar sus ampliaciones y reformas por fuera del circuito formal. En otro sentido, uno de nuestros anfitrones, objetaba la restriccion global de altura, en una ciudad de perfil sinuoso. Debido a que por estas caracteristicas topograficas, construir en los sectores bajos edificios algo mas altos,  no afectaria para nada la integridad del casco historico. Este tipo de particularidades no son aun tenidas en cuenta por los gestores de las restricciones asociadas a los sitios que son patrimonio mundia. Recordabamos en aquella oportunidad un discurso atribuido a Chico Buarque*, que devolvia una consulta que le realizaron en EEUU sobre la necesidad de internacionalizar el Amazonas, pidiendo que al mismo tiempo se internacionalicen las reservas de petroleo o las finanzas mundiales.

 

Durante el recorrido pudimos ver diversas obras públicas de vivienda social, casas sobre lote “propio” adaptadas a las personas con capacidades diferentes, que se estaban ejecutando en ese momento. También pasamos por algunos sitios turísticos interesantes, como miradores y murales de gran envergadura. El viaje de vuelta nos encontró cansados pero colmados de nuevas imágenes e ideas. A la vuelta compartíamos música de ambos países, llegando por la noche, tarde a La Habana.

 

Día 9

 

De La Habana a Santiago.

 

El noveno día estaba destinado al viaje a Santiago de Cuba, de lo que sería la segunda etapa de nuestra estadía en la Isla.  Salíamos por la tarde en micro, así que preparamos una mañana de caminata y playa, que nos cansara lo suficiente para dormir durante el largo viaje que recorre casi todos los mas de 1000 km que tiene de Oeste a Este este territorio que Guillen bautizara como “un largo lagarto verde, con ojos de piedra y agua”. 

2013. Arqs. Julián Salvarredy y Eugenia Jaime, en Proyecto Habitar.