UN MES DE AISLAMIENTO. Estrategias sociales de colaboración y solidaridad

por Clara Mansueto, Ricardo de Francesco y Teresita Sacón

Transcurrido un mes de aislamiento social en Argentina y retomando las reflexiones del primer análisis que realizamos desde Proyecto Habitar, sobre Latinoamérica en general y Argentina en particular, abordaremos el registro las acciones que promueven las relaciones sociales de colaboración y solidaridad, como antecedentes valiosos hacia la construcción de políticas que aborden las condiciones estructurales e históricas de la desigualdad urbana de nuestro país.

¿Cómo continuaron las medidas políticas inicialmente implementadas en argentina?

Pasados los doce días del “aislamiento social, preventivo y obligatorio” de carácter estricto dispuesto por el gobierno a través del decreto de necesidad y urgencia (DNU) que mencionamos en el primer informe, el Gobierno Nacional Argentino prorrogó el aislamiento junto con la flexibilización de algunas actividades. Se llamó a esta segunda etapa: aislamiento administrado, donde se estimó un 25% de la población en movimiento.

El Congreso Nacional no volvió a sesionar, todas las medidas son tomadas por decreto o prórrogas mediante decisiones administrativas inscriptas en los DNU

La salud sigue siendo la principal orientación del paquete de medidas continuando con el propósito de “proteger la salud pública como una obligación inalienable del Estado Nacional”. En ese sentido, se ampliaron las recomendaciones sanitarias de higiene personal, de objetos, utensilios, alimentos; como la higiene y ventilación de los espacios de la vivienda. El uso del barbijo es recomendado para circular por la ciudad y obligatorio en el transporte público, el ingreso a locales comerciales, y espacios de concurrencia.

La obra pública estuvo dedicada a la terminación de unidades sanitarias y montaje de hospitales modulares de construcción en seco. Recientemente (21 de abril) se incorporaron otras obras con el lanzamiento del programa “Argentina Hace II”, que reactiva un sector de la obra pública a nivel nacional focalizada en rutas, obras hídricas y trabajos en municipios.

Las políticas de hábitat estuvieron enfocadas al congelamiento de precios de los contratos de alquiler, hasta el 30 de septiembre con valor del 30 de marzo, pagándose los aumentos en hasta 6 cuotas luego de esa fecha. Esta media está destinada a viviendas urbana y rural, pensiones, hoteles o alojamientos; a los espacios destinados a actividades culturales, rurales de pequeñas producciones y el alquiler de Cooperativas de trabajo o empresas recuperadas. A su vez, se congelaron las cuotas de hipotecas, la suspensión de desalojos y las ejecuciones por falta de pago. Hasta el momento no se implementaron medidas para abordar la urbanización informal.

Se anunciaron medidas económicas orientadas al mercado laboral: 

  • Se amplió el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción con fecha hasta el 30 de junio, mediante el cual se otorgan créditos a tasa cero, salarios complementarios, aumentos de prestaciones por desempleo y reducción de aportes patronales.
  • Se creó el ingreso Familiar de Emergencia (IFE) para trabajadores no registrades y monotributistas, y se entregó un bono extraordinario para beneficiaries de la Asignación Universal por Hije, Jubilades y pensionades y condonación de cuotas para quienes hayan sacado créditos en ANSES.
  • Incorporación de la COVID-19 como enfermedad de carácter profesional en las aseguradoras de Riesgos de Trabajo.
  • Asignación estímulo para trabajadores de la salud.
  • Prohibición de los despidos y suspensiones laborales salvo por causas de fuerza mayor, pactadas entre las partes y homologadas por el Ministerio de Trabajo.

También se extendieron los horarios de algunos comercios y se ampliaron gradualmente las excepciones a diversas actividades productivas y servicios: gastronomía; artículos de librería e insumos informáticos, bajo la modalidad de entrega a domicilio; correlones de materiales para la construcción; curtiembres, aserraderos y fábricas de maderas, colchones y maquinaria; talleres, fabricación y venta de repuestos para mantenimiento y reparación de automotores, motocicletas y bicicletas.

A las excepciones se incorporó la circulación de personas con discapacidad y autistas, y las prestaciones profesionales a domicilio destinadas a estas poblaciones, medidas que alivian el trabajo de cuidado que recae mayormente en sus parientes mujeres. 

Se habilitó la actividad bancaria de atención al público con turno, viabilizando el cobro de pensiones para quienes se veían imposibilitades de hacerlo mediante cajero automático.

Se prorrogó el programa “precios máximos” de alimentos y productos esenciales por 30 días, incorporando elementos sanitarios tales como barbijos, termómetros y alcohol en gel. Luego de una compra con sobre precios por parte del Ministerio de Desarrollo Social se establecieron nuevas disposiciones para la  compra de insumos y contrataciones del Estado en la que se reglamenta la figura “contratación directa por emergencia” y promueve la participación de la mayor cantidad de oferentes posibles.

Al cierre de fronteras nacionales, provinciales y municipales se exceptuó el movimiento por tierra de aquellas personas que hubieran quedado lejos de su domicilio cuando inició el aislamiento, así como el arribo de aviones con argentinos repatriados.

Las fuerzas de seguridad siguen controlando el acatamiento de la cuarentena por parte de la población. El ejército asumió nuevas tareas, como la instalación de carpas sanitarias acopladas a hospitales, la confección de barbijos, y en algunas localidades reparte bolsones con alimentos y viandas de comida. A su vez, están efectuando vuelos de reconocimiento de posibles lugares de aterrizajes próximos a los lugares sanitarios.

El Ministerio de Salud de la Nación, a través de su Sistema Integrado de Información Sanitaria, abrió una convocatoria para incorporar profesionales voluntaries para reforzar los equipos sanitarios dependientes de Nación y las Provincias. Por su parte, diversas municipalidades del conurbano bonaerense están promoviendo voluntariados dirigidos a todas las personas con intenciones de colaborar en la asistencia sanitaria.

 

¿Qué transformaciones se registran en términos espaciales?

La flexibilización de la cuarentena, se expresa espacialmente en el incremento de flujos vehiculares y peatonales por las calles, y en la concentración de personas en actividades esenciales como el retiro de dinero en bancos, el abastecimiento en mercados, compra de medicamentos en farmacias, vacunación en centros médicos y el pago de servicios.

Estas actividades se desarrollan con una organización del tiempo mediante la pre adjudicación de turnos y el control de cupos máximos dentro de los locales. Físicamente, se materializan con líneas dibujadas en el piso para determinar la ubicación de las personas en la fila, mamparas transparentes en las cajas de los mercados; locales que funcionan tras las rejas; nylon transparente que cubre el frente de locales, dejando lugar solo para el intercambio de dinero y productos. Restricciones que impactan en la vida cotidiana y en los modos de relacionarse socialmente en los espacios.

Otras transformaciones impactantes en el espacio urbano son la imposibilidad de verle la cara a las personas por la utilización masiva de barbijos o máscaras, como así también la ausencia de reuniones o actividades colectivas, las manifestaciones políticas y los encuentros cotidianos por las calles, más allá de alinearse en las filas manteniendo distancia.

El transporte público de colectivos, subtes y trenes aumentaron sus frecuencias, aunque no llegan a sus máximos de horas pico. En las estaciones cabecera y centros de transbordo se implementaron controles de salud de pasajeros. En los colectivos, sigue vigente la obligación de subir por la puerta trasera, que los dos primeros asientos estén desocupados y que sólo se viaje sentade.

Según la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) con el cierre de comercios y de varias industrias, los residuos se redujeron un 25% en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Por su parte, en Santa Fe y Rosario las autoridades del área de Ambiente informaron que aumentaron las toneladas de basura en un 43% por el incremento del consumo domiciliario durante la cuarentena obligatoria.

Sobre les contagiades y su distribución territorial, la Dirección Nacional de Epidemiología e información Estratégica, detectó que el 47.7% de los casos se encuentran en los principales aglomerados urbanos, como Buenos Aires, Córdoba y Rosario.

Continúa el movimiento de trabajadores, materiales y maquinarias en las obras públicas de salud. Se están construyendo hospitales modulares distribuidos en grandes ciudades: 8 unidades en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), 1 en Mar del Plata, Ciudad de Córdoba, Resistencia y Santa Fe respectivamente. También se están levantando carpas sanitarias y acondicionando unidades de salud en desuso. 

En algunas ciudades, como en Rosario, Córdoba y Buenos Aires, diversos sindicatos, obras sociales y cadenas hoteleras acordaron con las intendencias utilizar las plazas para complementar el alojamiento de pacientes leves o adultes mayores y para las personas que llegan del exterior.

También se registran transformaciones espaciales sustentadas en relaciones sociales de solidaridad y colaboración ante la pandemia. Los espacios de referencia barrial como escuelas, centros culturales y sociedades de fomento, modificaron sus actividades y organizan ollas populares o son puntos de entrega de viandas para los sectores sociales que lo necesitan. En el mismo sentido, los clubes sociales de todo el país pusieron a disposición sus instalaciones y espacios deportivos para instalar camas de internación. En la Ciudad de Buenos Aires, el Hotel Bauen puso a disposición las plazas, particularmente para el aislamiento de los sectores populares de la ciudad.

 

¿Cómo es el impacto en la población? Y ¿Qué conflictos sociales y nuevas demandas aparecen?

Frente a la imposibilidad de circular por las calles de la ciudad, los movimientos sociales que trabajan en la recolección y reciclado de residuos sólidos urbanos reclamaron ante el Gobierno de la Ciudad y el Gobierno Nacional la excepción para acceder a los centros urbanos con un protocolo sanitario específico.

Trabajadores organizades reclamaron mediante huelgas y piquetes en distintos puntos del país, contra las reducciones salariales, cobros adeudados y despidos. En algunos casos se vivieron situaciones de violencia y enfrentamientos contra la represión policial.

En cuanto al abastecimiento, se registra el aumento de precios de elementos de primera necesidad e higiene, a pesar de las medidas dispuestas para fijar precios máximos. En ese sentido, la AFIP en conjunto con autoridades de distintos municipios inspeccionan locales de abastecimiento para identificar irregularidades.

El aumento del consumo de los servicios de luz, agua y gas, el tipo de cuadro tarifario y las estimaciones de las empresas por la inhabilitación de lectura de medidores están generando preocupación en la población. Comenzaron a solicitarse planes de pago por los montos de las facturas y se incrementaron los reclamos de usuaries que recibieron aumentos desorbitantes en las facturas de gas y luz sin haber incurrido en mora ni tener deudas anteriores.

Con el incremento del control por parte de las fuerzas de seguridad en el territorio nacional, se produjeron situaciones de abusos de autoridad particularmente con poblaciones de barrios populares: de represión, prácticas xenófobas y racistas frente a comunidades originarias y secuestros de mercadería y objetos personales de trabajadores informales por estar vendiendo.

En algunas localidades, las organizaciones sociales reaccionaron frente a los abusos de las fuerzas de seguridad, como es el caso de Chubut donde se interpusieron 3 Habeas Corpus colectivos y preventivos. 

Otro conflicto está asociado a la población en situación de calle que no dispone de lugares para aislarse. Durante este primer mes de cuarentena la situación empeoró, sobrecargándose los paradores existentes. En la Ciudad de Buenos Aires, se habilitaron nuevos albergues que funcionan en los polideportivos. Los que quedan afuera, solo reciben un plato de comida y se ven obligados a dormir en la calle trasladándose de un lugar a otro cuando les echan.

Según el registro nacional de femicidios del observatorio “Mujeres, Disidencias, Derechos”, se registraron 27 femicidios desde que comenzaron las restricciones al 22 de abril, ocurridos en su mayoría dentro de la vivienda de la víctima o compartida con el agresor, y aumentaron un 39% las denuncias por violencia de genero a nivel nacional según la ONU.

Se realizaron varios motines en cárceles del país, con escenas de violencia y muerte de los presos que reclaman mejores condiciones sanitarias, en estos espacios donde predomina el hacinamiento y las condiciones de precariedad en cuanto a la salubridad e higiene.

Ante la inactividad laboral y la crisis económica, diversas organizaciones políticas promueven la implementación de un impuesto extraordinario a las grandes fortunas del país, para recaudar fondos que puedan destinarse a la emergencia sanitaria. También se retoman los proyectos de redistribución económica como el de una renta básica universal, Ingreso Básico Universal o Asignación Universal por Ciudadanía.

 

¿Qué sucede en los barrios populares?

Como registráramos en el primer informe, las condiciones de precariedad de la organización espacial y social pre existentes en los barrios populares, imposibilitan afrontar las medidas y recomendaciones sanitarias dispuestas por el gobierno nacional.

Frente a esta realidad, les pobladores, diversas organizaciones e instituciones, reforzaron la visibilización de la situación, promoviendo que se tomaran medidas específicas para estos sectores. En ese sentido, se logró un acuerdo con el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Desarrollo Social para implementar aislamientos barriales con la consigna “quédate en tu barrio”, reforzándose la asistencia alimentaria a comedores escolares y comunitarios. Según comunicados oficiales se ampliaron las partidas presupuestarias y se dispuso la entrega de viandas o de módulos alimentarios.

Se lanzó el programa de Emergencia Sanitaria “El Barrio Cuida al Barrio”, a través del cual promotores y promotoras comunitarias recorrerán su barrio para realizar un acompañamiento específico a grupos de riesgo, difundir medidas preventivas y distribuir elementos de seguridad e higiene. Este programa comenzó a implementarse en varios distritos del AMBA: en la localidad de José León Suarez del partido de Gral. San Martín; barrio El Campanario de Lomas de Zamora; William Morris en Hurlingham; Las Casitas en la Localidad de Glew de Almirante Brown; y San Jorge de Florencio Varela.

Se destinaron recursos para la ejecución de “Puesta en Valor de Centros Integradores Comunitarios” ubicados en barrios vulnerables con mano de obra local, que aporten a enfrentar el impacto sanitario y económico de la pandemia y el aislamiento. Se estima que las obras comiencen durante el mes de mayo.

Más allá de estas medidas, las organizaciones sociales continúan trabajando y sosteniendo los cuidados, la alimentación y la educación de les habitantes. Los comedores comunitarios siguen funcionando, y cada vez reciben más gente. Los centros comunitarios, bachilleratos, puntos de alfabetización reconvirtieron sus objetivos priorizando la alimentación. La cercanía con la comunidad trajo aparejadas otras necesidades como atención médica, vacunación, abrigo, medicamentos.

Comenzaron a organizarse ollas populares en distintas esquinas de los barrios populares del conurbano, producto de la desesperación frente a la falta de dinero y la solidaridad de quienes pueden acercar algo. También existen colaboraciones entre vecinas para prestarse internet o imprimir las tareas que les docentes les envían a les estudiantes para hacer desde la casa.

El 13 de abril se confirmó la primera fallecida por COVID-19 de la villa 1-11-14 de la Ciudad de Buenos Aires, y hasta la fecha de este informe (25 de Abril) existen 2 casos confirmados en el barrio 31 de Retiro, 1 caso en la Villa Oculta de Mataderos y 2 casos en la villa 20 de Lugano de la Ciudad de Buenos Aires CABA, además de 1 caso confirmado en el Barrio La Matera de Quilmes.

Les vecines y organizaciones sociales de los barrios asistieron a les familiares de las personas contagiadas. Les infectades de la ciudad de buenos aires están internades en hospitales públicos, pero los familiares no han recibido asistencia del estado para llevar adelante las medidas sanitarias y sostener el aislamiento.

La circulación del virus por las villas de la Ciudad complejiza aún más las condiciones sanitarias. Es necesario contemplar esta situación para complementar las disposiciones de aislarse en casa y aislarse en el barrio, con medidas urgentes que permitan aislar al entorno de les infectades y las poblaciones de riesgo. La disposición de camas de hoteles para repatriades, o la aislación de geriátricos e instituciones sanitarias cuando surgen contagios, son algunos ejemplos que pueden replicarse para la población de los barrios populares. Asimismo, la articulación con las redes de colaboración y actividades existentes en los barrios, son una condición necesaria para construir e implementar medidas adecuadas para estos sectores.

 

 

      

     

Foto de portada, 1 y 3: de Miguel Caamaño, Foto 2: Juani Ignacio Roncoroni, Foto 4:Enrique Garcia Medina

 

EL BARRIO CUIDA AL BARRIO: UNA PROPUESTA PARA LOS BARRIOS POPULARES. Entrevista a Romina Selzer

Entrevista a Romina Selzer, Directora de Infraestructura Social, por Ezequiel Biagioni 

 

 

 

 

El hábitat saludable ha sido el centro de trabajo de quienes formamos parte de Proyecto Habitar desde sus inicios, poniendo eje en el espacio. Un espacio que se transforma en el encuentro con les otres.  Un encuentro que, a través del trabajo, pretende  poner en común lo que sabemos para hacer de ello una transformación social. Socializar los conocimientos individuales, los del saber hacer, los saberes técnicos, los específicos del espacio.

En este recorrido es que nos encontramos trabajando con les trabajadores de la economía popular en la dirección de obra de terminación de federales. Un proceso de trabajo que permitió encontrarnos poniendo en valor lo que les “trabajadores informales” si saben hacer, que nos encontró en la necesidad de institucionalizar esos saberes, de trascender las miradas mercantilistas del trabajo que discriminan por género, capacidad y edad a les trabajadores.

En esa lucha cotidiana nos encontramos con Romina Selzer, en ese entonces Pta. de la Cooperativa de Trabajo La Patriada, y hoy Directora de Infraestructura Social de la Secretaria de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social. Ella está trabajando en la implementación de la segunda etapa del programa “El Barrio Cuida al Barrio”. Nos acercamos a entrevistarla para conocer un poco más de que se trata.

 

 

Nos interesa conocer un poco más de la propuesta, entendiendo que es una que incorpora a les pobladores de los barrios populares en la transformación del hábitat. Podes contarnos en que consiste esta primera etapa del programa.

Hoy este programa se empezó a lanzar en algunos municipios, en donde se están generando estas articulaciones y estas mesas. El programa se baja si existe esta mesa y  concordancia con los intendentes para que gestionen. Al principio se conformaron estas mesas. Están mapeando por donde arrancarían, pero todavía no arrancaron las cuadrillas.

El programa propone, más allá de esta mesa de articulación, fomentar promotores de salud y del cuidado, y que estarían en formación. El barrio cuida al barrio sería entonces, con los mismos compañeros del barrio, quienes estarían haciendo este relevamiento, casa por casa.

La intención fundamental del programa más allá de generar esta figura de promotores, es generar una herramienta para articular con los municipios en la bajada de recursos desde el ministerio, donde se está armando el Comité de Crisis Nacional que coordina Daniel Arroyo, en el cual se junta con intendentes y con otras organizaciones. La idea es que se replique en los distritos. El ministerio va a bajar herramientas a través del programa, pero la idea también, es que las otras herramientas que baja a través de los municipios, a través de las organizaciones sociales, estén dispuestas en una mesa, realizando un relevamiento, y que ese recurso llegue a donde tiene que llegar. La idea es que con esta herramienta se puedan traccionar esas mesas, y que todos compartan  la misma información. Que deje de ser una disputa entre recursos de intendencias y recursos de organizaciones, y que sea un recurso hacia la comunidad. Lo más importante que tiene el programa es este relevamiento que los municipios hoy no tienen porque no se meten en el barrio, porque no hay un seguimiento de esas problemáticas, de hecho, esconden bastante. Para tener identificado los casos de vulnerabilidad extrema que necesiten acompañamiento, detectar casos posibles en los barrios y también poder articular eso con las otras áreas de salud, poder derivarlos, poder hacer el aislamiento en caso de que tenga síntomas de tener el virus.

 

¿El relevamiento incorpora problemas o características de la vivienda?

En primera instancia no, es de salud. Cuando estén conformados y estén determinados los barrios se puede trabajar sobre eso. Hay que hacer un relevamiento de las condiciones de los barrios, que algo está hecho, y hay que hacer un laburo de relevamiento más específico para después poder desarrollar los proyectos.

 

Sobre la segunda etapa, ¿tienen una fecha estimativa para ponerla en marcha?

Hacia un futuro cercano, la idea es arrancar con esto en Junio. Se está trabajando sobre los convenios, sobre toda la parte legal porque en la primera etapa no hay ente ejecutor, es con capital humano. La segunda etapa tiene que ver con otro tipo de recursos, tiene que haber un ente ejecutor, que sea el que compra los materiales, el que haga las gestiones. Eso está dentro de lo que es el programa de “Potenciar Trabajo”, en lo que se transformó el “Hacemos Futuro”. El programa de mejoramiento integral en el barrio está dentro de eso.

 

Se propone realizar proyectos de mejoramientos de merenderos, comedores y vivienda. ¿En qué consisten las mejoras?

La propuesta es hacer mejoras no solo en las viviendas, sino también en espacios comunitarios existentes, o incluso también la construcción de un espacio comunitario si el barrio lo amerita, si necesita un espacio de reunión porque no lo tiene. Que ante la situación de que haya una necesidad extrema de aislar a las personas, sirva poder generar un espacio que los contenga, o que sea un futuro espacio de reunión para generar mesas barriales, eso se está previendo.

Después hay todo un módulo que contempla saneamiento, limpieza, erradicación de microbasurales. Se están pensando módulos que se pueden articular en conjunto, o que pueden funcionar independientemente, pero que se van a seleccionar según la necesidad del barrio. Se está trabajando sobre qué tipo de saneamiento se puede hacer, de qué manera, con qué cantidad de gente. Qué hacer se  va a determinar en el territorio viendo las necesidades in situ, y ahí se va a determinar el proyecto integral en donde puede haber mejoramientos de viviendas, de espacios comunitarios, saneamiento integral, entubamiento de zanjas, hacer una cantidad de senderos de acceso porque quizás el gran problema que tenga el barrio es un problema de acceso. Lo que se busca es generar una trasformación en el barrio que sea significativa y que también genere articulación con el resto, o sea integrar los barrios no solo en sí, sino también con el afuera.

 

Respecto a las viviendas, ¿Qué problemáticas se van a abordar?

Se está trabajando sobre problemáticas de la estructura de la vivienda ya sea porque esta floja de columnas, esta floja de cimientos, o si el problema es la cubierta que está muy deteriorada, entonces se releva y el problema es que hay que hacer una cubierta nueva. Problema de filtraciones, ventilaciones, o si el problema es el núcleo húmedo entonces lo que hay que resolver es la cuestión del baño, del pozo. Se están itemizando una cantidad de problemáticas comunes que hay en los barrios populares, presupuestando a nivel general como para tener una base, armando fichas orientativas en donde propone una problemática y una solución posible. Son guías más que nada para después poder trabajarlos con la vivienda ya relevada. Pero se está pensando eso, cuestiones por separado en viviendas supuestas.

 

¿Hay montos estipulados por mejoras? ¿Cantidad de trabajadores que consideran por obra?

En realidad va a depender del tamaño del barrio, que va a determinar la cantidad de compañeros que van a trabajar. Se están hablando cuadrillas de entre 50 y 100 compañeros. Si es un barrio grande vamos a estar hablando de dos módulos de 50 compañeros. Los montos que estipulemos por proyecto, implican solamente los materiales, las herramientas, las maquinarias, no mano de obra porque ya está cubierta desde la secretaria.

 

¿Quiénes van a ejecutar las obras? ¿Va a haber acompañamiento técnico?

Las organizaciones. Va a haber algunos entes locales, pero en primera instancia van a ser las organizaciones, que compren los materiales, que haga todo ese tipo de gestiones. Es la parte más tradicional del programa. Teniendo la primera etapa ya en desarrollo, la idea es que trabajen juntos el grupo de promotores de salud con los que estén trabajando después los mejoramientos integrales barriales.

Para seleccionar a les promotores se trabaja con las organizaciones locales, y se define un cupo. Por lo general si se trabaja en un barrio determinado, se busca que sean de ese mismo barrio, eso es lo primordial. La idea es trabajar con los mismos vecinos.

En principio los convenios contemplan los honorarios para los técnicos, eso lo define el ente ejecutor que va a tener su equipo técnico. Además va a estar el acompañamiento técnico de la secretaría que van a tener un rol no de inspectores de obra, sino de acompañar a los proyectos, de acompañar a los entes ejecutores para que las obras se hagan bien. Cambiar la forma que venían trabajando el “Hacemos Futuro” donde eran inspectores, y en donde hoy tendrían que tener un acompañamiento más protagónico con las organizaciones, que sean parte del desarrollo del proyecto preliminar. Y se está discutiendo algún convenio como para hacer algún acompañamiento técnico extra, que trabaje sobre todos los proyectos o sobre una parte de los proyectos de manera integral, que sea el articulador entre los técnicos del ministerio y entre los técnicos del ente ejecutor, y que acompañen todo el proceso.

CRONICAS URBANAS. Newsletter de Proyecto Habitar.

 

Crónicas Urbanas se propone como una plataforma de comunicación que restituirá los procesos de transformación del territorio, los problemas urbanos en los que las comunidades organizadas han reconocido un conflicto, una injusticia en su vida cotidiana y han llevado adelante acciones de transformación del espacio para contrarrestarla.

Nuestra vida cotidiana transcurre signada por una desigualdad que se reproduce sistemáticamente en el territorio, allí prevalecen relaciones de dominación, la enajenación, la mercantilización generalizada. Regulaciones que sostienen situaciones de abundancia extrema, y de igualmente extrema necesidad.

En nuestro territorio suceden las tomas de tierra, los abusos que sufren los inquilinos, las personas que vive en la calle, las personas que viven hacinadas, los pisos de tierra, el agua contaminada, los barrios linderos a basurales, arroyos, fábricas, líneas de alta tensión, son algunas de las situaciones de injusticia que conocemos.

Comunicarlas es una oportunidad para generar una mirada crítica de la producción urbana desde una perspectiva disciplinar, encontrándonos con quienes luchan, con los conflictos y con el territorio, para desarrollar nuevas lógicas de abordaje.

A través de este medio, pretendemos aportar con nuestro trabajo al de muchos otros equipos interdisciplinarios que también trabajan en este sentido, desde una mirada situada, en la región y en el sur global.

Con la finalidad de promover la construcción de una agenda urbana situada, que se construya con las preocupaciones históricas de la población que habita el territorio, que reconozca las dinámicas que integran los barrios como ámbitos de producción y reproducción, y también proyecte transformaciones promoviendo el Derecho a la ciudad para todes.

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PERSPECTIVA DE GÉNEROS. El rol de la universidad y las políticas.

Esp. Clara Mansueto 

 

La convocatoria al inicio de la séptima edición de la Diplomatura en “Géneros, políticas y participación” de la Universidad Nacional de General Sarmiento, recordaba los primeros pasos de la propuestas por el año 2014 con la invitación de Dora Barrancos “a pensarnos como parte de una genealogía abierta y huidiza de las pretensiones fundantes; de una forma de hacer ciencia no predictiva ni finalista, más bien hermanada con la inteligibilidad colectiva”. Esta perspectiva, histórica y con base en la lucha colectiva recorrió la jornada junto con los reconocimientos sobre lo logrado en estos 7 años y las urgentes demandas que evidencian la sostenida desigualdad.

Se trató de una mesa de diálogo presentada por Marisa Fournier, responsable de la diplomatura, con la participación de Andrea Catenazzi, Decana del Instituto del Conurbano; Pablo Bonaldi, Rector de la Universidad; Cecilia Checha Merchán Salvatori, Secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad y Alba Rueda, Subsecretaria de Políticas de Diversidad, ambas del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación.

Marisa Fournier abrió la jornada celebrando la presencia de dos representantes del ministerio recientemente creado, recuperando este hecho como un acontecimiento anhelado desde los inicios de la diplomatura. Continuaron las exposiciones sobre el rol de la universidad frente a la desigualdad de géneros, las políticas adoptadas y los cambios favorecidos hasta la fecha.

Se festejaron las trasformaciones como logros de una larga lucha feminista que la universidad acompañó, y se mencionó la necesidad de continuar trabajando para que la perspectiva de géneros atraviese la formación universitaria en su totalidad y promueva nuevas hipótesis que favorezcan la investigación científica situada en los problemas de la sociedad.

Las interpelaciones de la comunidad travesti en el debate resultaron fundamentales para pensar la compleja trama de desigualdades que se interseccionan, persisten y requieren políticas públicas transformadoras. En ese sentido, desde la diplomatura se pusieron a disposición los proyectos trabajados a lo largo de 6 años para acompañar con propuestas de gestión pública la tarea que el ministerio tiene por delante.

La jornada significó un espacio para la reflexión sobre lo logrado como nueva plataforma para idear y desarrollar políticas de inclusión social de los géneros que el binarismo omite.

CONSEJOS DE HÁBITAT. Nueva etapa.

Esp. Ricardo de Francesco

 

Desde Proyecto Habitar participamos y promovemos la institucionalización de los Consejos de hábitat locales “de vivienda y hábitat” en los territorios en los que trabajamos, y el consejo provincial[1] dado que son una herramienta para construir políticas democráticas de gestión del territorio.

Durante el primer trimestre del año, iniciaron sus actividades en un nuevo escenario político, construido con el empuje de diversos sectores (sociales, políticos, gremiales, académicos, profesionales) que trabajaron sostenidamente para interrumpir la continuidad del gobierno de cambiemos. En este comienzo diferente al de años anteriores, se renuevan las expectativas de poder incidir en la orientación de las políticas urbanas frente a la nueva gestión.

A pesar de la particularidad local y la escala de incidencia de cada consejo, la lucha sostenida de las organizaciones sociales, profesionales y las universidades se puso en valor en cada sesión, sosteniendo que no debemos perder la mirada crítica y situada que posibilitará aportes para la transformación de las injustas condiciones habitacionales.

Resulta imprescindible que el gobierno actual, asuma la lucha multiactoral por el acceso justo al hábitat e instrumente políticas de redistribución de los recursos urbanos, sin depositar nuestras pretensiones transformadoras en la burocratización de las experiencias. 

La reflexión sobre estas experiencias de lucha nos presenta el desafío de seguir promoviendo ámbitos de debate que permitan trascender al gobierno de turno y democratizar las discusiones sobre las políticas urbanas, trabajar la coyuntura como manifestaciones particulares injustas de un problema mayor: la desigualdad urbana. 

 

[1] LEY DE ACCESO JUSTO AL HÁBITAT, SECCIÓN VIII – CONSEJO PROVINCIAL DE VIVIENDA Y HÁBITAT Artículo 60. – Creación: Créase, en el ámbito de la Autoridad de Aplicación, el Consejo Provincial de Vivienda y Hábitat, que debe actuar como órgano multiactoral de consulta y asesoramiento de las políticas y programas en el marco de la presente ley y de acuerdo con lo que establezca la reglamentación.

HACIA UNA RED LATINOAMERICANA. Los problemas urbanos de la región en la formación académica

arq. Ignacio González Roglich

 

Invitades por el equipo de investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Perú, integrantes de Proyecto Habitar participamos del WORKSHOP INTERNACIONAL LIMAPOLIS: “Combatiendo la desigualdad urbana. Arquitectura, diseño y ciudad”, desde el 1 al 8 de marzo, con la premisa de construir un espacio de reflexión sobre la producción urbano-arquitectónica desde un rol que promueva territorios más justos.

Durante una semana trabajamos junto a 140 estudiantes, arquitectes , docentes e investigadores especialistas en políticas públicas, referentes en procesos de gestión con organizaciones sociales, con un interés común: el de aportar a la transformación de la desigualdad urbana desde el estudio de los problemas y la producción de proyectos.

El workshop se organizó en tres momentos atravesados por la propuesta de aproximarnos al conocimiento del territorio desde un abordaje teórico-práctico de la cuestión urbana. Durante el primer momento, realizamos un recorrido por cuatro áreas de la ciudad; en el segundo participamos de las conferencias que brindaron especialistas de Perú, Ecuador, Colombia,  España, Italia e India; y por último trabajamos intensamente en ámbitos de taller, donde estudiantes y docentes asumimos el desafío de pensar trasformaciones espaciales para cada una de las áreas visitadas.

En el proceso de trabajo de las propuestas , les docentes e investigadores presentaron estructuras teórico prácticas  para guiar las transformaciones físicas y sociales que tomaron forma en proyectos urbanos. Estas propuestas fueron tomadas con entusiasmo por parte de les estudiantes, interesades en la idea de pensar la ciudad de otra manera, construyendo problemas urbanos situados.

La experiencia finalizó con una invitación por parte de proyecto Habitar a encontrarnos próximamente en la 3ra edición del Workshop “Arquitectura en la Producción Urbana Latinoamericana”, que realizaremos en Buenos Aires durante el segundo semestre de este año. Con la intensión de potenciar estos encuentros, promoviendo redes de investigación activista, que consoliden espacios de trabajo y reflexión, encuentros entre actores y los saberes diversos, y aportes desde la arquitectura y el urbanismo a procesos de producción social del hábitat.

 

 

LATINOAMÉRICA Y EL CARIBE EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Análisis de las medidas implementadas por los gobiernos y su impacto en la organización espacial

 

Autores: Ma. Eugenia Jaime, Julián Salvarredy

Colaboradores: Ricardo de Francesco, Clara Mansueto, Teresita Sacón, Gabriela Torrents.

Relatores en Latinoamérica y el CaribeJancarla Loayza Medina (Bolivia), André de Oliveira Torres Carrasco (Brasil), Camila Guzmán de la Sotta (Chile), Héctor Javier Mejía Salazar (Colombia), Canela Samaniego Moya y Emiliano Samaniego Moya (Ecuador), Abrahán Rodríguez Buendía (México), Guadalupe Quiñonez y Jonny Alvarenga (Paraguay), Eleazar Cuadros Choque (Perú), Lyvia N. Rodríguez Del Valle y Mariolga Juliá Pacheco (Puerto Rico), Alejandro Gregoric (Uruguay), Larissa Slibe (Venezuela)

 

 

1- Introducción

El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró al brote del nuevo coronavirus (COVID-19) como una pandemia y, a raíz de ello, en la mayoría de los países latinoamericanos se comenzaron a tomar medidas de Emergencia Sanitaria para minimizar el contagio y fortalecer la capacidad de respuesta del sistema sanitario de cada país.

En este marco, atendiendo a las recomendaciones de los organismos internacionales especializados y de expertos locales, y a la luz de la experiencia de otros países, se determinó que la mejor forma que existía para evitar la propagación del virus requería de dos acciones concertadas: una vinculada a desarrollar la detección, tratamiento y prevención del virus, con acento en los procesos técnico – científicos, y otra vinculada a la desaceleración de los movimientos, que comenzó con el aislamiento de las personas en sus hogares y se extendió a la restricción de la circulación de mercaderías y la realización de eventos públicos, convirtiéndose en una medida de carácter prevalentemente espacial.

Desde la dimensión técnico – científica, las decisiones radicaron en la evaluación de los casos, su seguimiento y recuperación, para lo cual se requirió un despliegue inusual en el ámbito de la medicina. Sus instituciones y responsables públicos actualizaron o directamente realizaron los registros de capacidad de camas para internación y diversos equipos de salud.

La otra medida de corte prevalente espacial, implico una acción determinante de aislamiento físico en los domicilios particulares, con la suspensión de las clases presenciales en los tres niveles de la educación formal, y la restricción del movimiento y la circulación de personas y mercancías, con excepción de aquellas que fueran de primera necesidad.

A partir de la colaboración de investigadoras e investigadores de distintos puntos de Latinoamérica y el Caribe, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico[1], Uruguay, Venezuela, hemos realizado un documento que busca reflexionar sobre los hechos presentes en clave latinoamericana, de manera de generar algunos aprendizajes para poder seguir adelante más allá del COVID-19. Si bien no consultamos al total de países, se trata de una muestra representativa de la totalidad.

Esta inédita situación pone a nuestros países frente a su compleja realidad caracterizada por la desigualdad urbana. Un territorio injusto en sus dimensiones social, económica y cultural, con una profunda segregación socioeconómica, extendidos procesos de urbanización informal, mercantilización de los espacios públicos y de los modos de convivencia. El déficit de vivienda urbana continúa manifestándose como un problema crítico, los valores oscilan entre el 12 y el 70% y cerca de “1 de cada 3 hogares (32%) habita en viviendas inadecuadas, y el déficit de vivienda continúa aumentando”.[2]

En ese sentido, indagamos sobre la relación entre las medidas políticas y las transformaciones en la organización espacial y social. Relevamos la reacción de les habitantes frente a estas medidas y cambios, enfocándonos específicamente sobre la situación de los barrios populares.

Les relatores fueron consultados con la siguiente guía de preguntas:

¿Cuáles son las medidas políticas de prevención de propagación del virus COVID-19 que están llevando adelante en tu país?, ¿Que sucede con estas medidas en términos espaciales?, ¿Cuál es la reacción de la población frente a estas políticas?, ¿Que sucede en los barrios populares?

En un primer momento realizaremos una introducción repasando las medidas políticas que se llevaron adelante en cada país. En un segundo momento presentaremos el resultado del análisis comparado, que relaciona las medidas políticas con las transformaciones en la organización física y social (ver Anexo). Por último, ensayaremos una aproximación al aprendizaje que hemos alcanzado a partir de la realidad estudiada.

 

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[1] Puerto Rico es una Isla del Caribe que, a pesar de las denuncias ante la ONU, sigue siendo un «Estado asociado» de Estados Unidos antes denominado «Colonia», dado que reconocemos el pedido de descolonización presentado en 2016 al Comité de Naciones Unidas, y la raíz cultural que nos une como pueblos lo consideramos en el análisis como un país de Latino América.

[2] Desarrollo sostenible, urbanización y desigualdad en América Latina y el Caribe. Dinámicas y desafíos para el cambio estructural (2017) Cepal. Coordinadores: Ricardo Jordán, Luis Rifo, Antonio Prado.